—En ese caso —dijo Elí—, alégrate, y que el Dios de Israel conceda tu petición, cualquiera que sea. El día siguiente toda la familia se levantó temprano y fueron al santuario a adorar al SEÑOR una vez más. Entonces regresaron a su hogar en Ramá, y cuando Elcaná durmió con Ana, el SEÑOR se acordó de su petición.
1 Samuel 1:17, 19
Hoy comenzamos a poner leña al altar de adoración en familia, y precisamente lo que tenemos es una mujer como protagonista, triste y acongojada por su situación de ser estéril. Sin embargo no permitió que esta situación definiera su destino, sino que buscó a Dios en medio de su realidad e hizo una propuesta en firme. Dios la escucho y le respondió.
Ella le creyó a Dios sin aun recibir lo que pidió y al día siguiente de lo ocurrido, fue con toda su familia al lugar de adoración y honró a Dios con devoción, alabanza y gratitud. Que poderosa confianza en un Dios poderoso.
Vamos a creer, actuando con verdadera confianza y esperanza, vamos a levantar esos lugares de adoración, esos altares de gratitud ante Dios, y allí lo adoraremos junto a nuestras familias. Como lo hizo Ana. Y como lo han hecho muchos hombres y mujeres, como lo han hecho muchas familias y como lo seguiremos haciendo todos nosotros, y tu también